Pos que tiene, al cabo que ni leemos....

Buen martes tengan mis queridos lectores, hoy amaneció nublado rico, así que yo con la pena que me embarga me voy a un parque a hacer tarea...Espero que por allá todo ande de lujo y que no me extrañen tanto como yo a ustedes...Aprovecho la ocasión para felicitar a mi querida y entrañable amiga Alejandra Tellez en su cumpleaños número 23, espero que cumpla muchos y que se la pase muy bien...aunque esté lejos de su tierra querida y norteña...un abrazo mulata...

Hoy les pongo un artículo que hice hace varios días...es importante tomar conciencia al respecto...

Está plenamente confirmado, las estadísticas no mienten. Es un hecho consumado y no una presunción terrible el tema de que en México definitivamente la lectura ha pasado de moda, se ha hecho a un lado para dejarle el lugar a la vida común y corriente de diez personas viviendo en una misma casa en cadena nacional o a las aventuras de dos rubias estadounidenses que como mayor experiencia profesional tienen el haber sido detenidas en varias ocasiones por conducir ebrias. Según la última encuesta realizada por la UNESCO sobre el promedio de lectura en cada país, México se ubica en la halagadora posición 107 de una lista de 108 países con la cantidad alarmante de de 2.8 libros leídos al año por mexicano promedio. Es necesario apuntar que dicha cifra, a pesar de ser ínfima no es del todo cierta ya que versiones extraoficiales de asociaciones de librerías y editores indican que la cantidad real de libros leídos por el mexicano promedio apenas alcanza el medio libro por persona, cantidad muy por debajo de la que alcanzan países como Noruega, Alemania o Estados Unidos los cuales tienen un promedio de lectura de 18, 15 y 12 libros al año por persona respectivamente. No cabe duda que es vergonzoso nuestro ranking mundial en lectura, pero en futbol casi llegamos a los mejores diez y eso es lo que cuenta, total, aquí de lo que se trata es que cada cuatro años gritemos emocionados que nos vamos al mundial. Y eso que ni leemos.
De igual manera, debido a la falta de lectores en el país así como a la poca iniciativa que el gobierno ha tenido en fomentar el hábito de la lectura, la industria librera ha decaído estrepitosamente en los últimos años ya que solamente el 1% del total de la población adquiere la mitad del total de libros que se editan anualmente en el país por lo que la producción es de menos de 5,000 títulos nuevos por año y en total de poco más de 15,000, una cifra casi nula si tenemos en cuenta que nuestra población total asciende a casi 110 millones de personas. La supervivencia de la industria recae en ventas de libros escolares ya que las obras de cultura general o literatura prácticamente no se venden. Es necesario apuntar que el grueso de las librerías del país, casi el 40%, se encuentran en el Distrito Federal y el resto, aproximadamente 340, se encuentran en el resto del país. Conforme la lectura en México siga en detrimento, aparte del problema de falta de cultura, tendremos que lidiar con la quiebra de una industria significativa y por ende en más desempleo.
Es importante hacer hincapié en que gran parte de la pérdida del interés por la lectura en México se debe, aparte de la invasión masiva de medios audiovisuales, a la educación que los padres inculcan a sus hijos, la tendencia se dirige hacia la ley del mínimo esfuerzo y la consecución de resultados es el fin único sin importar los medios ni el aprendizaje del proceso, lo cual irá afectando nuestro desarrollo como país un poco más de lo que ya lo ha hecho debido a que las personas cada día obtienen títulos con la menor preparación posible.
Es un hecho también que el sistema de educación primaria es arcaico y no enfoca ninguna clase de esfuerzo a fomentar en los niños la lectura y el análisis. Por ello, el menor no adquiere las bases necesarias y crece con cierta enseñanza incorrecta. Lo anterior se busca resarcir en la preparatoria o universidad, lo cual es prácticamente imposible ya que en poco tiempo no se puede modificar lo que se inculcó a lo largo de diez años. Es por eso que a pesar de que la cifra en México de estudiantes que han cursado algún tipo de posgrado asciende a 8.8 millones, de ésos 1.6 millones no han puesto un pie en una librería a lo largo de su vida.
Aunque el tema parezca trivial es necesario tener en cuenta que la lectura, en especial la de los libros, es un factor muy importante para el desarrollo político, social, económico, científico y cultural de las personas y por ende de las naciones en general. Es importante ser conscientes de que la lectura no se reduce solamente a temas de humanidades o ciencia, sino a un sinfín de tópicos que apoyan de manera fundamental al desarrollo del ser humano en todos los aspectos de la vida.
Mientras sigamos viviendo en la incultura y basados en lo que nos brindan los medios masivos de comunicación audiovisual, cuyo único fin es vender, no esperemos ser gobernados por personas capaces de llevar por buen camino al país, ya que no tenemos la preparación para tomar las decisiones correctas y lógicamente el sistema seguirá produciendo personas menos preparadas las cuales eventualmente nos llegarán a gobernar bajo la simple y vieja premisa del “pues no hay más”, “es el menos peor” o “no va a robar tanto”. No es de extrañarse que en el futuro escuchemos más seguido declaraciones tan ridículas de nuestros líderes, tales como las que hizo nuestro ilustre ex presidente Vicente Fox en su mandato al confundir a Vargas Llosa con García Márquez, al decirle a Jorge Luis Borges José Luis Borgues o resaltar el talento de Paz para escribir cuentos, cuando su principal trabajo fue la inigualable poesía. Pero no nos preocupemos, si seguimos sin leer llegará un momento en el que nadie se dé cuenta de tales barbaridades y por el contrario, aplaudiremos a nuestro presidente el cual, simple y sencillamente, no tiene la culpa de ser mexicano.


Los quiero y nos vemos mañana...

Pedro Yons...(Pochoclaaaaaa....)