Pop...

Mis queridos lectores, espero que se encuentren disfrutando de éste miércoles indicador de mitad de semana. Aquí la lluvia sigue y seguirá por lo que estoy pensando seriamente en comprarme unas botas de hule, de ésas que se usan en los ranchos, por eso del menjurge pastoso que les comentaba ayer. Pero no cabe duda que Buenos Aires es lindo, monstruoso pero lindo y con eso de que soy medio fanático de las cosas medio bizarras pues me adapto facilmente (soy un facilote, pero lo hago por amor, asi que soy como la pícara soñadora en paz descanse).

Ayer me enteré de dos cosas que me hicieron cuestionar la cordura de México (muy cuestionable por cierto). La primera fue que Belanova vendió no se cuantos pinches mil discos en tres días...que padre...¿qué padre?...para ellos. Ese dato solamente vino a corroborar lo que comencé a pensar desde que los noventas se terminaron y le dieron paso a los dosmiles...el pop nos ha invadido, se encuentra instalado en nuestro cerebro y de cuando en cuando nos hace tarareas estribillos al estilo de Belinda y su loca pasión o de RBD y sus problemas anoréxicos los cuales, habrá que aceptarlo, hacen ver muy buenas a sus integrantes. Con todo respeto para los amantes del pop y de comprar banderitas de triangulo escaleno con los nombres de su artista favorito en el evento EXA y ondearlas durante el mismo, creo que el pop mexicano, con sus muy contadas excepciones, es el claro ejemplo de hacer mucho dinero con el mínimo esfuerzo. La fórmula funciona. El asunto está en juntar a veinte productores y encargar media rola a cada uno, así tendremos un disco de diez canciones todas con enorme potencial de sencillos para la radio y de las cuales el 80% serán presumidas por los cantantes como propias, de su inspiración en momentos oscuros y que los tenían al borde del suicidio. Claro, nunca dejarán de decir que trabajar con tal o cual productor fue una experiencia gratificante. Y pongan atención, en la mayoría de los casos se atreverán a decir que el nuevo cd próximo a la venta es algo así como su hijo. Luego vienen las famosas firmas de autógrafos a la cual los fans solo pueden acceder si tienen el cd original; como a mi me da mucha flojera (güeva) ir a las firmas de autógrafos me bajo las rolas sin problema alguno, mucho menos cargo de conciencia. Lo que si hay que reconocer es que en dichas firmas de autógrafos los "artistas" si se la rifan, eso de firmar tantos autógrafos es fortaleza y no mamarruchadas, me imagino que han de terminar casi o igual de cansados que el poeta que se inspira para después escribir sobre la masturbación.

Bueno, la segunda cosa la dejo para mañana porque si les soy sincero me acabo de dar cuenta que se me terminó la inspiración...no se cuando pasó, igual desde que nací...

Los quiero y extraño...

Pedro Yons...