27.12.07

Échame las sobritas....

Muy buen jueves tengan todos ustedes, el último del año. Yo los saludo desde la preciosa ciudad de Buenos Aires y me dispongo a cerrar el 2007 de manera tranquila. Soy de los que creen (o el único) que para cerrar el año hay que estar lo más tranquilos posible y así evitar llevar a cabo algún desmán o actos alocados y hippies (al estilo de los gringos en spring break). Por eso mejor me siento, me tranquilizo y me dispongo a ver la gente pasar, evitando quemar llantas y jugar con fuegos artificiales, eso de la pirotecnia no va conmigo (la piratecnia si) y mejor no le muevo al guacamole, no vaya a ser que termine sin dedos y todo chamuscado...

Los que para nada están tranquilos con su cierre de año son mis amigos los diputados. Ésos seres tan corrientes y repugnantes que se pasan molestando al pueblo que representan y perjudicando todo lo que no les afecte, aunque no les beneficie. Ésas personitas que por alguna razón que mi reducido intelecto no alcanza a comprender están en el poder ideando todo tipo de artimañas para llenarse los bolsillos con más dinero, sin importar lo que pueda suceder...Ésos son mis amigos los diputados (bien me dijo mi mamá, no te juntes con vagales...). Ya para terminar el año se aventaron la última y nos vamos (eso espero). Resulta que por ahí andaban sueltos 53 millones de pesos del presupuesto 2007 y después de mucho deliberar y buscar en que utilizarlos, decidieron repartirlos equitativamente entre ellos. Fue una decisión difícil porque como usted sabe querido lector, en México no hay muchos lugares a los cuales entregar dinero para ayudar. Dijera usted, tenemos una sierra tarahumara en situaciones de extrema pobreza y un frío que cala hasta el hueso y que necesita recursos para pasar el crudo invierno, pues está bien, pero no. Dijera usted, en el sur del país los marginados se mueren de hambre y necesitan, aparte de comida, servicios básicos para una vida digna, pero tampoco. Tampoco hubieron desastres naturales en Tabasco y Chiapas en los que se puedan necesitar dichos recursos y mucho menos tenemos miles de lugares en los que no existe la educación pública (mucho menos la privada). En México no hay casi 40 millones de personas en pobreza extrema que clamen por los sobrantes del presupuesto 2007. Teniendo en cuenta todas lo anterior llego a la conclusión de que realmente los señores diputados analizaron bien qué hacer con ese "sobrantito" y al no encontrar a alguien que lo necesitara a lo largo y ancho del país, decidieron quedarse con todo. Es lo hermoso de vivir en un país en el que la lana sobra. Espero con mucha fe que el próximo año les sobre más, para que sean más felices y mínimo, se compren un traje bonito, para que no se vean tan corrientes...mis queridos diputados...

Saludos y nos vemos mañana...

Pedro Yons...

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