El ritmo del Lunes...

Saludos afectuosos después de un fin de semana muy bueno y agitado; muy bueno porque por fin, después de casi cuatro meses de trabajo ardúo pero muy divertido, el sábado pasado pude ver el primer corte del cortometraje que estamos próximos a presentar, presentación a la que estarán invitados mis dos personas favoritas que son las que leen este espacio. Agitado porque hubo mucha fiesta, muy buena pero ya la edad no me da para aguantar, asi que no quiero hablar del tema porque me da tristeza (mi poco aguante, no crean que estoy arrepentido).

El ritmo del lunes me cansa mucho, por eso mi opinión de hoy es cansada, para no perder la costumbre y la flojera que a mas de uno le afecta en éste día tan triste, al menos en mi opinión, los lunes deberían de ser festivos (es broma, no vayan a leer esto los legisladores del DF y mañana ya estén preparando la iniciativa de ley en la que se declaren los lunes como inhábiles y los martes también pero solo para las personas que estén a favor de legalizar las drogas).

Sinceramente hoy no tengo un tema específico que abordar, aunque ultimamente han pasado tantas cosas y tan variadas. Podría hablar de los diecisiete muertos que produjo el crimen organizado durante el fin de semana que acaba de terminar pero ya me da pena hablar siempre de la muerte, aunque aprovecharé la ocasión y libertad que me otorgo yo mismo para soltar una risilla como la que me aventé hoy cuando estaba viendo el noticiario de las seis en el que me enteré de tanta matazón (estamos hablando de una taza de ejecuciones a razón de una casi cada cuatro horas) y luego lueguito, en menos de lo que me tallaba los ojos mientras decía -ah cabrón - salía Felipillo (no el de Mafalda) nuestro presidente diciendo que no descansaremos en la lucha contra el crimen organizado (que de organizado no tiene nada, todo lo arreglan a plomazos). Personalmente soy de los que quedan al borde del llanto cada vez que oigo hablar así a mi presidente, me conmuevo y me siento protegido bajo su autoridad cosa que seguro estoy que no comparte uno de los otros presidentes (en este paìs tenemos sobre población de presidentes), el del PAN, Manuel Espino, porque, a juzgar por las últimas imágenes en dónde aparecen juntos Felipillo y Espino se nota que no se pueden ver ni en pintura, como dijera una tía abuela muy querida, éstos no se van a querer nunca, ni yendo a bailar a Chalma, pero bueno, yo soy de los que opinan que es un asunto que se podría resolver en un tribunal justo, responsable y ético, como Laura en América.

Tampoco me voy a poner a hablar sobre el merengue que traen en la Asamblea Lagislativa del DF, no vayan a decir mis dos queridos lectores que soy un derechista, conservador, mocho, puritano, hipócrita, hijo de Benedicto, defensor de los ricos y oprobio de los pobres, metiche, antilaiscista y demás adjetivos que vaya usted a saber hasta donde terminen y mi único medio para conseguir la disculpa sería salir a la calle a gritar consignas en la cual apoye la decisión de la mujer a hacer lo que le pegue su regalada gana con su cuerpo y el de sus hijos, los cuales son un estorbo para el proyecto de vida de la mujer y en consecuencia, como dirían en la inquisición, DEBEN MORIR. Para evitarme todo lo anterior mejor no hablo del tema.

Cierro mi opinión del día de hoy recordando que un día como hoy pero de 1616, fallecieron William Shakespeare en Stratford-on-Avon, Miguel de Cervantes Saavedra en Madrid y Gómez Suárez de Figueroa (que se hizo llamar Garcilaso de la Vega y le decían El Inca) en Córdoba. Lo anterior nada más como dato cultural el cual espero les parezca interesante.

Sin más que atender por el momento me despido y los veo mañana, cuando espero poder compartir con ustedes algo más interesante que el día de hoy, en el cual quisiera que pasaran muchas cosas interesantes (lo que es seguro es que el narco se quiebra a alguien mas, no es amenaza, pa que luego no anden diciendo que aparte de ser conservador y panista - lo de panista ya duele - soy un sicario). Lo que si es seguro es que si no pasa nada interesante hoy mañana hablaré del personaje del momento, el ilustre e injustamente difamado, Napito Gómez Urrutia, al cual le deben de hacer justicia mínimo levantando una estatua en su honor, por ser maestro en el juego de las escondidillas canadienses. Saludos.

Pedro Yons