23.11.07

Tulio....




A Tulio lo conocí un Miércoles por la tarde mientras caminaba por la calle Florida en el centro de la Capital Federal de Buenos Aires. La calle es peatonal y comercial cien por ciento por lo que ya se imaginarán mis queridos lectores el despelote que por ahí se arma. A cada paso que uno da le ofrecen chamarras de piel de zorro de groenlandia y otras pieles exóticas...baratas, para la tía de México. Aparte de los vendedores establecidos se encuentran los típicos ambulantes, los caballeros que lo invitan a uno a pasar a conocer chicas (baratas y atrevidas) y los artistas callejeros, entre ellos Tulio...Lo pude ver a lo lejos, sentado con la mirada perdida y su bandoneón en las piernas; se asemejaba a un muñeco, inmóvil. Después de librarme de dos ofertas de chamarras (una de zorro genuina y otra de tapir argentino) y de una dama que me invitaba a conocer su bar, pude llegar con él...Lo primero que noté fue su aviso al publico en general:


"...si saca fotos colabore...muchas gracias..."


Saqué la cámara para tomarle unas fotos con la intención de colaborar al terminar mi trabajo...Imposible...en el momento en que Tulio se percató de mi presencia e intención de fotografiarlo se sacó el bandoneón de encima, lo puso a un lado, lo cubrió con una toalla y volteó la cara con el fin de que la lente no lo pudiera captar...Con un tono de voz tranquilo me hizo saber que eso era su laburo (trabajo...) y que porfavor lo comprendiera. Le dije que no había problema, que entendía perfecto y le dejé algunas monedas, momento en el cual Tulio me sonrió, me agradeció y comenzó a tocar el tango "Nostalgias" mientras charlaba conmigo. Me dijo que lo perdonara por su actitud pero que había gente que le sacaba muchas fotos y no cooperaba con la causa.


Me invitó a sacarle las fotos que quisiera...


Tulio se sienta en el mismo lugar de la calle Florida la mayoría de los días de la semana desde hace diez años. Es su trabajo. Los turistas le toman fotos y él les interpreta algún tango con su bandoneón, el cual, no recuerda ya cuantos años tiene acompañándolo. Le dan monedas o billetes, dependiendo de la nacionalidad de cada uno...Últimamente el negocio ha andado un poco bajo por lo que en la medida de lo posible trata de que no lo saquen fotos si no hay cooperación de por medio. Es su trabajo y espera que las personas lo entiendan...


- Ni los políticos trabajan gratis - me dice mientras suelta una pequeña carcajada...


Tiene 65 años y varios hijos, aunque no me dijo cuantos. No quiso hablar de su familia. Ahora trabaja solo. Antes tenía una asistente de la ciudad de Tucumán, pero hace casi dos años se consiguió un novio de México y se fue a vivir con él a una playa de la cual no recuerda el nombre. No sabe exactamente cuántos tangos se sabe pero está muy seguro de que son muchos...


El que más le piden (como lo podemos imaginar) es "Tango por una cabeza..."


Adora a su país y piensa que los políticos se lo están acabando, por eso no le gusta hablar de política y yo estoy de acuerdo con él, por lo que el tema se termina mucho antes de empezar. El tema del bandoneón sale a flote, es un instrumento hermano del acordeón, de origen alemán pero distinguido mundialmente por su utilización en el tango por lo que se puede decir que es un instrumento argentino.


Para Tulio las costumbres argentinas son muy importantes, el tango y sus tangueros entre ellas...Con eso es con lo que se deben de quedar las personas que visitan éste nostálgico país...y yo de nuevo estoy de acuerdo con Tulio, al cual no le pareció que le dijera Don...


Cuando supo que era de México me cantó México lindo y querido...Luego continuó su trabajo....


Saludos y nos vemos el lunes...


Pedro Yons...



2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gusto mucho la fotocronica de hoy, te quedo super duper. Estoy totalmente de acuerdo contigo y con Tulio, los politicos por lo regular (por no decir casi siempre), terminan con todo.
Buen fin de semana un abrazote.

Anónimo dijo...

Tradiciones y maravillas argentinas, me perdí en el juego de palabras que yo mismo deliré, pero de una cosa estoy seguro...

¡Soy tanguero!