Gajes del oficio (mi compañera fresa)

Mis queridos lectores los saludo desde el capitalista mundo del marketing...Escribo esta columna en día viernes y horario hábil porque hoy me levanté decidido a no trabajar. La semana estuvo buena, salieron adelante las campañas para vender tarjetas de crédito y para promocionar hospitales, así que hoy no voy a hacer nada para evitarme la posibilidad de echar a perder una semana ejemplar...

Mi compañera fresa me cae bien pero no se porqué demonios, nos la pasamos peleando. Le gusta pensar que tiene el poder absoluto y se la pasa diciéndoles pobres a todas las personas que no tienen nextel. Es más, el otro día que llegué peinado y rasurado me dijo que no me veía tan pobre...y me felicitó la jija de villa...Pero me cae bien la tacuaza.

En días pasados estábamos trabajando en la imagen de un nuevo SPA que va a abrir sus puertas y cuyos dueños son de Colombia. Total que mi compañera fresa me trajo los diseños de papelería para aprobarlos y al revisarlos noté que en la tarjeta de presentación de la directora general no venía el cargo, sólo venía el nombre de la mujer....procedí:

- Compañera fresa...¿por qué no viene el cargo de directora general en la tarjeta de presentación? - le pregunto suavemente...

- No sé, creo que le da miedo que la secuestren o la roben si se enteran que es la directora general...- me contesta tranquilamente.

- Ya se, está cabrón eso de la inseguridad ahorita en el país - respondo con tono fatalista al más puro estilo de estaríamos mejor con López Obrador...

- No, lo que pasa es que es colombiana y allá si está bien cañón eso, ha de seguir asustada, y ps la costumbre, tú sabes cómo es todo en aquellos países - me dijo con una postura de pobres jodidos todos ellos. Yo guardé serenidad y con todo el cariño del mundo le pregunté:

- ¿Neta no sabes que aquí en México ya estamos mucho peor que Colombia en tema de inseguridad?-

- Ay no manches, osea sí, pero nada que ver con Colombia - me dice - allá secuestran mucho -

Realmente no podía creer lo que mis vírgenes oídos estaban escuchando...Respiré profundo y traté de pensar que era una broma pesada del destino todo lo que me estaba sucediendo...

- Aquí también secuestran ¿a poco no te has dado cuenta? - pregunté así como queriendo encontrarle un poco de sentido común a mi querida compañera...

- Si, pero aquí por dinero, allá secuestran para matar - me dijo...

(¡Cárgueme la retorcida chingada!, me comencé a regañar internamente mientras ponía cara de estreñimiento total para disimular lo que mi mente pensaba...ahora resulta que en nuestro país secuestran por puro dinero, no para matar...no sabía yo eso...gracias Dios que nos diste un país en el que los secuestradores no matan y mil gracias más por poner en mi camino a una persona tan brillante que me lo haga saber...)

Aún con el tramafat a punto de darme, me armé de valor y continué con la enriquecedora plática...

- No mames - le digo asombrado - aquí los secuestradores piden dinero y luego los matan-

- No es cierto, y allá también secuestran y matan en las carreteras que tienen poco tráfico - me dice así con un tono muy de "estás bien pendejo y no sabes nada..

- Aquí secuestran y matan en horas pico en las avenidas más transitadas - respondí con la esperanza de que no tuviera respuesta a mi aseveración...

- No mames, no es cierto - me dijo, se dio la vuelta y se fue a contestar su teléfono y mientras se alejaba murmuró algo que me dejó pendejo:

- Aparte allá está bien cañón el narco... no seas pesimista y quiere más a tu país -

Me derrumbé sobre mi silla, me quite los lentes, tomé el diseño de tarjeta de presentación y lo firmé de aprobado....

Al mismo tiempo agradecía por tener un país sin ningún problema y pedía perdón por tantos años de haber pensado que nos estaba cargando la tiznada...

Después de esa gran plática me di cuenta de dos cosas:

1. No se porque, pero mi compañera fresa me cae bien...

2. En México tenemos a los secuestradores más chéveres del mundo entero...


Ya lo dije una vez y lo repito...

El problema de México no es que esté jodido...el verdadero problema radica en que no nos hemos dado cuenta...

Los quiero...

Pedro Yons..